Salobreña, un castillo frente al mar



Os presentamos Salobreña, pueblo blanco de la Costa Tropical con todo el encanto del mundo, que merece la pena visitar. Se encuentra a 75 km de Granada capital.

Es impactante verlo ya desde lejos, ya que sobresale en lo alto del monte el Castillo árabe y a su alrededor todas las casas blancas rodean sus faldas. 


Algunos de sus tesoros que no te puedes perder:

Su casco antiguo está formado por el castillo árabe y todas las casas blancas que lo rodean que se encontraban en el interior de las murallas hoy en día desaparecidas. Es precioso caminar y descubrir sus calles laberínticas con fachadas blancas decoradas con macetas a cualquier hora del día y de la noche.



En la parte más elevada se encuentra el Castillo árabeUn palacio fortificado creado en época nazarí con una función defensiva y ampliado por los cristianos con posterioridad (siglo X). Desde lo alto de sus torres puedes observar una panorámica  de 365 grados. 

Bajo el patio de armas  del castillo, recientemente se han encontrado los restos de baños árabes o hammam, con salas de agua fría, templada, caliente y de descanso, incluso posee un hipocausto, una cámara subterránea que servía para calentar el suelo.




En la ladera del Castillo se encuentra el Paseo de las Flores, un paseo rodeado de plantas y flores con vistas preciosas al mar y a la sierra. En este lugar se asentaron los primeros habitantes de esta roca. (2000 a. C.) Recomendado está ver atardecer desde este lugar, la mezcla entre las vistas al castillo y al mar es algo único y mágico.

Alrededor de la fortaleza se fue asentando la población. 




En un barrio próximo a la fortaleza se encuentra el mirador del Albaizín con vistas a La Caleta y los cañaverales. 


La Iglesia de Nuestra Señora del Rosario es una Iglesia de estilo mudéjar ya que fue construida sobre una mezquita.


Posee una bóveda medieval, un pasaje que comunicaba el Albaizín con la antigua medina.

Su peñón de gran tamaño es otra característica del lugar y a los lados, largas playas y calas naturales, que junto con su buen clima, hacen perfecto el baño y tomarse un buen pescaito frito por sus chiringuitos.

Salobreña se encuentra plagado de detalles por sus esquinas, sólo hay que ir a buscarlos. 






Hasta pronto viajeros!


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